Peter Senge publica esta fábula en La quinta disciplina. Sobre el fenómeno de
adaptación vs. sobreadaptación.
Si echamos una
rana en una olla con agua muy caliente, esta salta inmediatamente hacia fuera y
consigue escapar.
En cambio, si tenemos
una ranita en un estanque experimental con agua fría o a temperatura
ambiente ésta se queda tan tranquila.
Pero si a
continuación empezamos a calentar el agua del estanque poco a poco, día a día,
décima a décima, la rana no reacciona sino que se va acomodando a la
temperatura hasta que pierde el sentido y, finalmente, muere achicharrada.