¿QUE HACEMOS CON ESTA INFIDELIDAD?

La infidelidad es un fenómeno que se evidencia una y otra vez. Recuerden la anécdota atribuida al presidente norteamericano J. C. Coolidge cuando su mujer fue a visitar una granja pionera de pollos. A la pregunta de la esposa de si el gallo se apareaba con mucha frecuencia el granjero le contestó que más de una docena de veces al día. Por  deseo de la esposa el granjero hizo saber esto al presidente cuando días más tarde él visitó granja. La respuesta del presidente no se hizo esperar. Preguntó ¿con la misma gallina cada  vez?
Evidentemente, no.

A partir de esta anécdota se acuñó en psicología lo que se ha dado en llamar efecto Coolidge, fenómeno con amplia evidencia empírica según el cual, los machos de los mamíferos y en menor medida las hembras, se muestran más dispuestas a mantener una relación sexual si la pareja es nueva. Pero, y aunque la biología se empeñe, no cabe duda de que nuestra evolución como especie ha favorecido la  monogamia, que suele implicar una mayor protección de los hijos propios. Son muchos los que, a pesar de todo, quieren serles fiel a su pareja, y desde luego, sería lo deseable si la queremos conservar.  Y he aquí el dilema: si ocurre, ¿qué debemos hacer?

Una infidelidad siempre moviliza emociones, sentimientos y experiencias que repercuten en uno mismo y en su pareja. ¿Se debe confesar una infidelidad?, ¿por qué? o quizás mejor ¿para qué?

¿Tu infidelidad puntual merece una ruptura? O por el contrario ¿por qué se ha convertido la infidelidad en tu dinámica habitual?
Quizá una infidelidad sólo es un síntoma que va a permitir sanar tu relación de pareja o un síntoma que te va a permitir movilizarte y salir de una relación sin salida.

¿A qué causas y necesidades responde?, ¿cuál es tu realidad de pareja?, ¿puedes, o mejor, quieres recuperar tu relación?
Reflexiona qué ha significado para ti, qué representa en tu vida y de qué manera ha trascendido.

Como las creencias, que no son ni ciertas ni falsas, o las emociones, que no hay ni buenas ni malas, quizás las infidelidades lleguen como respuesta a una muy complicada situación, donde se exige en pareja, y a lo largo del tiempo, confianza, intimidad, compromiso y pasión…

Desilusión, traición, malestar, culpabilidad, sufrimiento…Muchas veces es muy complicado gestionar una infidelidad, y existe un sufrimiento enorme. Si estás en ese caso, la mejor decisión es la buscar ayuda profesional. No lo dudes.

Autora: Raquel Valdazo, Psicóloga Especialista en Terapia sexual y de pareja. E-mail: sentirescis@gmail.es; Tfno.: 633311168.

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